La flora intestinal constituye uno de los factores más importantes para la salud y la productividad de los lechones. Un correcto equilibrio garantiza menor mortalidad, mayores ganancias de peso y menor presentación de diarreas
Introducción
La salud intestinal de los lechones es una pieza clave del engranaje productivo, puesto que de ella va a depender la capacidad del animal para digerir correctamente el alimento proporcionado, absorber los nutrientes contenidos en este, y lograr un rendimiento productivo eficiente.
El tracto gastrointestinal constituye una extensa superficie en la que se produce un contacto íntimo entre el organismo hospedador y las sustancias de la dieta, microorganismos, parásitos, toxinas exógenas y múltiples mecanismos de defensa inespecíficos e inmunológicos.
Durante el nacimiento y poco tiempo después del mismo, los lechones están expuestos a los microorganismos de su entorno inmediato. Las bacterias en el tracto gastrointestinal localizan nichos apropiados donde compiten e interactúan y finalmente forman una población relativamente compleja y estable que representa la microflora intestinal.
La Microflora intestinal del lechón
Cada especie animal tiene una microflora intestinal característica, manteniendo su equilibrio bacteriano en función de distintos factores, pero fundamentalmente de la alimentación.
Existen diferentes tipos de microorganismos que resultan beneficiosos para cualquier especie animal, uno de ellos son los Lactobacilos que se encargan de descomponer los principios nutritivos que no han sido digeridos en otras partes del tubo digestivo.
Un segundo grupo estaría formado por las Bifidobacterias, responsables de la síntesis de vitaminas sobre todo las del grupo B, las levaduras encargadas del mantenimiento de la estabilidad intestinal y otras bacterias que intervienen en el mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal. Junto a estos microorganismos se destaca una flora subdominante compuesta por Enterobacterias, Enterococos, E. coli y gérmenes oportunistas.
Finalmente, hay un tercer grupo de microorganismos fluctuantes con poder patógeno potencial formado por Clostridium spp. Proteus spp, Staphylococcus spp, Pseudomonas spp.
Funciones de la microflora intestinal
La flora intestinal en los lechones cumple las siguientes funciones:
- Producir vitaminas (del grupo B y vitamina C) y ácidos grasos de cadena corta.
- Degradar los alimentos no digeridos en otras partes del tubo digestivo (boca o estómago), para conseguir de esta manera metabolitos beneficiosos para el organismo.
- Mantener la integridad del epitelio intestinal.
- Estimular la respuesta inmunitaria.
- Proteger a los animales frente a microorganismos enteropatógenos, fundamentalmente del tubo digestivo, el cual es una de las principales vías de entrada de los microorganismos patógenos.
- Incrementar la absorción de minerales, como el calcio, lo que ayuda en el crecimiento de los huesos.
- Cubrir físicamente los lugares de la mucosa del intestino que pudieran ser colonizados por bacterias patógenas (se conocen como los nichos ecológicos o puntos de adhesión).
- Transformación de anti nutrientes: la flora intestinal puede llevar a cabo reacciones bioquímicas capaces de transformar anti nutrientes.
- Disminución del colesterol: Metaboliza el colesterol.
- Hidrólisis de la urea y de las sales biliares: La microflora del intestino grueso hidroliza la urea y la convierte en amoniaco.
Por tanto, estas funciones que desempeña la microflora intestinal, son importantes para mantener un equilibrio entre los microorganismos benéficos y los patógenos.
Factores que influyen en el crecimiento y colonización de la flora intestinal
- Dieta: La composición de los nutrientes y los productos derivados de su digestión pueden alterar la composición de la microflora intestinal y su actividad metabólica. El crecimiento bacteriano del intestino grueso está sujeto a los nutrientes no digeridos y de las secreciones intestinales. (almidón resistente, polisacáridos, no amiláceos de la pared celular vegetal, azúcares no absorbidos u oligosacáridos).
- Parámetros fisiológicos: Tales como el pH, el potencial de óxido-reducción y la concentración de oxígeno en las diferentes partes del tubo digestivo, tiene su influencia sobre el crecimiento y multiplicación de la flora saprofítica.
- Secreciones biliares: La presencia de estas secreciones favorece el crecimiento bacteriano, principalmente de las bifidobacterias.
- Otros factores: La velocidad de tránsito del alimento, el sistema inmunitario del lechón, la presencia de determinadas enzimas, entre otros.
Circunstancias que favorecen la alteración de la microflora intestinal
Las dos causas más comunes en los lechones son:
- Uso de antibióticos, sulfamidas o antiparasitarios.
- Animales en condición de estrés
Entre las principales causas de estrés se destacan:
Condiciones ambientales extremas, vacunaciones, cambios de lotes, ciertas prácticas de manejo, destetes tempranos, densidades elevadas, entre otros.
Durante el estrés, el número de lactobacilos en el intestino tiende a disminuir, aumentando los coliformes, especialmente, la E. coli, en las regiones altas del intestino delgado.
Otras causas que también pueden alterar la microflora son los cambios bruscos en la dieta o en la calidad del agua (tanto en las características físico-químicas como microbiológicas) que determinen cambios en la motilidad intestinal, presencia de microorganismos patógenos, cuyas toxinas sean capaces de dañar a la propia microflora intestinal.
Por la propia fisiología del intestino, cuyo peristaltismo y formación de las heces arrastra a la microflora intestinal hacia el exterior.
El uso abusivo de desinfectantes influye en el crecimiento y colonización de la microflora intestinal.
Lo anterior rompe el equilibrio de la microflora, disminuyendo el sistema inmunitario del animal, con lo que se va a producir una situación muy favorable para poder desarrollar una infección por la invasión de microorganismos patógenos tales como la Salmonella o la Escherichia coli, cuyas toxinas pueden resultar mortales.
En estas circunstancias el tubo digestivo es una de las principales vías de entrada de los microorganismos no deseados.
El primer síntoma de la ruptura en el equilibrio de la microflora intestinal es la diarrea, debido a la debilidad de las defensas intestinales que posibilitan a los microorganismos patógenos implantarse, adherirse y proliferar en las células epiteliales del intestino, y de ahí pasar a infectar otras partes del organismo.
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